¿Cómo saber si necesito terapia?

Cuando el malestar no se va, quizás es momento de hablarlo

A veces el malestar no se presenta de forma evidente. No siempre hay una crisis clara, una pérdida concreta o un diagnóstico formal. Pero eso no significa que no esté ahí. Muchas personas viven con una incomodidad constante, una sensación de bloqueo, de tristeza que no entienden o de estar «desconectados» de sí mismos.

Estas son algunas señales que pueden indicar que es buen momento para empezar un proceso terapéutico:

  • Te cuesta disfrutar de cosas que antes te gustaban. Todo te parece plano o sin sentido.
  • Sientes que estás atrapado en los mismos pensamientos o emociones. Vuelves una y otra vez al mismo lugar mental.
  • Tu cuerpo habla por ti. Dolores de cabeza, insomnio o tensión constante sin causa médica clara.
  • Te cuesta mantener relaciones sanas. Hay conflictos frecuentes o sientes que te aíslas.
  • Tienes decisiones importantes por tomar y no sabes por dónde empezar.
  • Simplemente, sientes que necesitas hablar con alguien sin que te juzgue.

No hace falta «estar mal» para acudir a terapia. Pedir ayuda es un acto de responsabilidad contigo mismo. Es un espacio para explorar, comprender y, poco a poco, construir una versión más consciente y equilibrada de ti.